El Gran Teatro Nacional (1844-1901)

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Datos

Época
Siglo XIX / 1844-1901

Gran Teatro Nacional de México.jpg

Coordenadas
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El Gran Teatro Nacional es uno de los 49 Inmuebles demolidos más recordados de la Ciudad de México. Se encontraba ubicado al final de la actual Calle 5 de Mayo, en la Colonia Centro - Centro Histórico. Fue construido en 1844 y derribado en 1901 por órden de Porfirio Díaz, para ser sustituido por el Palacio de Bellas Artes y dar paso a una nueva callle (5 de Mayo) que conectara la Catedral Metropolitana con la Alameda Central. Fue calificado por cronistas, historiadores y arquitectos como el edificio más hermoso de Ciudad de México, uno de los mejores construidos y en el que se presentaba “lo mejor de lo mejor” en cuanto a cantantes y compañías nacionales y extranjeras, con repertorios de obras líricas, dramas, óperas y comedias. Durante sus casi seis décadas de existencia, atravesó diversas vicisitudes políticas que fueron la causa de que cambiara de nombre: se llamó Gran Teatro de Santa Anna, Teatro Vergara, Gran Teatro Imperial y finalmente Gran Teatro Nacional en la época porfiriana. Era además un complejo arquitectónico de estilo neoclásico en el que predominaban las líneas verticales, la ausencia de color y el rechazo a elementos, formas y volúmenes decorativos innecesarios. Lo distinguían la estabilidad, higiene, comodidad y utilidad social. También lo integraban tres zonas intercomunicadas: teatro (el área más importante), hotel y restaurante.[1]

Historia[editar | editar código]

Gran-Teatro-Nacional-Ciudad-de-Mexico.jpg

1840[1][editar | editar código]

Hacia 1840, en la capital mexicana había pocos teatros. La mayoría era de madera y el único de mampostería era el Teatro del Coliseo Nuevo, después llamado Teatro Principal. Con el fin de enaltecer a México, al gobierno de Antonio López de Santa Anna y embellecer la ciudad, Francisco Arbeu planeó financiar la edificación de un teatro que superara en modernidad y lujo al Coliseo Nuevo.

Entonces propuso al presidente Santa Anna realizar la obra y este lo apoyó, atraído por el hecho de que una empresa de tal magnitud realzaba su gobierno “moderno y progresista”, y mostraría a las principales ciudades europeas que México estaba a la altura de ellas. También porque empataría con la visión tanto europea como americana de que los teatros eran los recintos que reflejaban el alto nivel cultural de un país. Tras un concurso de proyectos, en 1841 seleccionaron el del arquitecto De la Hidalga.

Cuenta Enrique de Olavarría y Ferrari, en su Reseña histórica del teatro en México, que la prensa de la época dio razón de ello: “Don Antonio López de Santa Anna, ganoso de engrandecer y hermosear a México, amigo del arquitecto Hidalga, aprobó la elección y los planos y prestó eficaz ayuda a Arbeu, buscándole por sí mismo capitalistas que adquiriesen el derecho de propiedad a determinadas localidades del futuro teatro”.

Cinco de mayo teatro nacional.jpg

A inicios de 1842 arrancó la construcción del Gran Teatro Nacional con una fastuosa ceremonia a cargo de Santa Anna, Arbeu y De la Hidalga ante la presencia de distinguidos políticos, militares y residentes capitalinos. Fue inaugurado en 1844, en plena época de carnaval, con un concierto ofrecido por el célebre violoncelista alemán Maximiliano Bohrer. Estuvo situado sobre la calle Vergara (hoy Bolívar, en esquina con la después llamada 5 de Mayo), justo en el centro de la zona comercial y empresarial de la ciudad.

Al día siguiente de la inauguración, reporta Olavarría y Ferrari: “Desde mucho antes de la hora señalada para la función, se hallaban las puertas asediadas por numerosa y lúcida concurrencia que ansiaba el momento de saciar su curiosidad de ver acabada y en todo su esplendor una obra tan universalmente deseada. Esta obra llena el mayor vacío que se notaba en los monumentos públicos de nuestra capital, y ya de hoy más podremos decir con orgullo que poseemos un teatro que, por su belleza y capacidad, puede competir con los mejores de Europa. El público quedó sumamente complacido con la hermosa estructura que ha sido erigida para su recreo, y así lo manifestó con los entusiastas y prolongados aplausos que prodigó a los señores Arbeu e Hidalga, obligándolos a presentarse repetidas veces en el escenario”.

1860[2][editar | editar código]

Por unos años se le llamó así hasta que de 1864 a 1867, durante el imperio de Maximiliano, su nombre cambio a “Gran Teatro Imperial”. Se cuenta que el 27 de enero de 1866, durante el estreno de la ópera “Ildegonda” del compositor mexicano Melesio Morales e interpretada por Ángela Peralta, la emperatriz Carlota aplaudió y se conmovió profundamente con la historia la cual trata sobre una princesa que se vuelve loca ante el asesinato de Rizzardo, su amado.

Esta historia será vivida en carne propia por Carlota, un año después, cuando Maximiliano el 19 de junio de 1867 sea fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro, bajo el mando de Juárez quien buscaba la restauración de la República.

Durante el gobierno de Benito Juárez tomó el nombre de “Gran Teatro Nacional” (como se le recuerda hasta la actualidad), y permaneció con este nombre hasta la presidencia de Don Porfirio Díaz.

1900[2][editar | editar código]

Bajo el lema porfiriano del avance hacia la modernidad se mandó demoler dicho edificio en 1901, con la promesa de crear uno aún mayor (Palacio de Bellas Artes), para ampliar la avenida creando un paso desde la Catedral hasta la Alameda y generar con ello una calle con propósito comercial y vanguardista. Fue así como esta calle finalmente se convirtió en lo que conocemos hoy como una avenida transitada, popular y comercial. Sin olvidar que lleva en su nombre el orgullo de la victoria contra la invasión francesa, en Puebla el 5 de mayo de 1862.

Arquitectura[editar | editar código]

Descripción general[1][editar | editar código]

El Teatro Nacional –decía en 1908 el ilustrado Manuel G. Revilla– fue la mejor obra del arquitecto Lorenzo de la Hidalga y el único edificio del México independiente que, por su magnitud, importancia y la rara perfección con que llegó a ejecutarse, pudo competir con los admirables templos y palacios heredados del Virreinato novohispano. Además, era el centro más apropiado –según Antonio García Cubas– para los espectáculos líricos, dramáticos y coreográficos de pomposo aparato, así como para los grandes festivales, patrióticas funciones y bailes de máscaras que hacían las delicias de la sociedad mexicana.

El Gran Teatro Nacional ocupa un lugar significativo en la historia de la arquitectura de teatros en México, pues fue una de las primeras edificaciones en las que se incorporaron los conceptos de comodidad, utilidad, armonía, simetría y economía. El exterior del Teatro Nacional atraía grandemente a pesar de su severa sencillez, exenta de toda ornamentación inútil, y a pesar también de no presentar ningún remate anguloso en el centro. Por sus dimensiones, sólida construcción y estabilidad –indicaba el ingeniero Manuel Francisco Álvarez en 1906– era digna de equipararse con la Scala de Milán (Italia) y con el Teatro de Burdeos (Francia). Asimismo, a don Lorenzo de la Hidalga valía compararlo con los mejores arquitectos europeos.

Con un costo total de 351,000 pesos, sus medidas fueron: 42 metros de fachada, 17.65 de alto y 98 de profundidad. Realizado en mampostería, ostentaba puertas de hierro y pisos enladrillados; sus amplios espacios interiores, pasillos, corredores y escaleras permitían una adecuada ventilación y bienestar. Durante sus primeros cuatro años de vida estuvo alumbrado con aceite, con gas hidrógeno desde 1846, y en 1891 con luz eléctrica.

Fachada principal[editar | editar código]

En el piso principal y en el ático, se correspondían balcones y ventanas con los ejes de todos los arcos del piso bajo. Era sencilla, pero severa y formada por cuatro grandes columnas y dos pilastras de ángulo. En el piso principal y en el ático, se correspondían balcones y ventanas con los ejes de todos los arcos del piso bajo. Teniendo en cuenta la anchura de la calle, estaba bien terminada por un ático. El remate de la fachada debería de haber llevado seis estatuas alegóricas y dos jarrones de mármol. Todos esos elementos estarían colocados sobre los pedestales que corresponden a cada columna y pilastra.[3]

Fachada primero y segundo nivel[editar | editar código]

La parte central de la fachada la componían cuatro columnas colosales de orden corintio y dos pilastras laterales del mismo orden y elevación. Las columnas colosales formaban los cinco intercolumnios, que a su vez componían la entrada o pórtico. Ambos niveles comprendieron, en los dos extremos, dos "casas" que participaban del estilo general en todo su frente. Esas dos " casas" o cuerpos laterales consistían de un muro almohadillado en parte y en parte liso y las encuadraban las dos pilastras corintias. El acceso se daba por medio de tres grandes puertas en arco y de dimensiones iguales a las del pórtico o vestíbulo.[3]

Fachada segundo nivel[editar | editar código]

Se hallaban balcones y ventanas que correspondían con los ejes de todos los arcos del primer nivel.[3]

Fachada tercer nivel[editar | editar código]

Aparecía un balcón corrido que correspondía al lugar en que estaban situadas las habitaciones del hote. Los balcones rectangulares alternaban con pilastras pareadas.[3]

Interior general[3][editar | editar código]

  • Los palcos, además de cómodos, eran amplios. Cada uno de los primeros contaba con su correspondiente vestíbulo.
  • Los pasillos eran bastante anchos.
  • Los asientos de patio también eran cómodos.
  • Su cupo total era de 2 248 espectadores, repartidos en 20 filas de butacas, 10 plateas de lujo, 75 palcos distribuidos en tres pisos y, por último, en la parte más alta se hallaban los asientos de balcón y galería.
  • Las 20 filas de butacas contenían: con número: 542 asientos, con letra: 22 asientos.
  • De las 10 plateas: 8 plateas cerradas con 8 lugares: 64 asientos. 2 plateas -señaladas con letras- con 6 lugares: 12 asientos.
  • Asientos numerados con balcones: 108 asientos.
  • 75 palcos distribuidos en 3 pisos o 25 palcos en cada piso, con 8 lugares cada uno: 600 asientos.
  • Galería: con número: 200 asientos. Sin número: 700 asientos.
  • Total: 2 248 asientos.

Obras Emblemáticas[editar | editar código]

Inauguración[editar | editar código]

Premios[editar | editar código]

Anécdotas Memorables[editar | editar código]

Mitos, Leyendas y Relatos[editar | editar código]

Personajes Célebres[editar | editar código]

Personajes Inolvidables[editar | editar código]

Tradiciones y Costumbres[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

Bibliografía[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 Tomado de: https://relatosehistorias.mx/numero-vigente/conocen-la-historia-del-gran-teatro-nacional.
  2. 2,0 2,1 Tomado de: https://www.ruizhealytimes.com/cultura-para-todos/arte-para-todos-sobre-aquel-gran-teatro-del-que-hoy-solo-queda-una-avenida.
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 María Eugenia Aragón, El Teatro Nacional de la ciudad de México: 1841-1901. México: INBA-CITRU, 1995.