Hotel Posada del Sol (1945-1945)

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Datos

Época
Siglo XX / 1945

Hotel Posada del Sol.jpg

Sección
Alcaldía
Colonia
Dirección
Doctores, Cuauhtémoc, 06720 Mexico City, CDMX
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Coordenadas
19° 25' 13.80" N, 99° 9' 1.40" W

El Hotel Posada del Sol (1945-1945) se encuentra en la Colonia Doctores, dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc. Fernando Saldaña Galván creó esta Posada, en conjunto con un centro cultural donde fuera posible reunir intelectuales. De ahí, que el lugar combina íconos de la mitología griega con personajes de la Revolución Mexicana, creando un collage de diferentes ideologías. Las piedras también contienen gran cantidad de inscripciones, objetos de herrería oxidados, piedras talladas y bultos sin forma obvia. La Posada se mantuvo abierta al público solo 8 meses.[1] Actualmente se encuentra abandonada y de ella surgen leyendas terroríficas que van desde fantasmas hasta desapariciones extrajudiciales.

Historia[editar | editar código]

Hotel-posada-del-sol-02.jpg

Siglo XX[editar | editar código]

Esta casona, que fue construida para funcionar como un hotel y brindarle hospedaje a artistas y personajes bohemios, fue creación del ingeniero Fernando Saldaña Galván. También fue imaginado como una pieza arquitectónica que podría convertirse en el hotel más bello de México gracias a su estilo y características coloniales, barrocas y neoclásicas. Abrió sus puertas en 1945 y al poco tiempo fue elogiada por Diego Rivera, Raul Basurto y Salvador Echegaray.[2]

A pesar de tratarse de un proyecto tan imponente, su actividad fue efímera. Las leyendas comienzan hasta después de la muerte del dueño, tan solo ocho meses después de la apertura de la Posada del Sol. Se dice que el mismo Saldaña Galván quedó tan endeudado por la construcción que se ahorcó dentro del hotel. Otra versión cuenta que luego de llevar a la bancarrota a la familia, también asesinó a su esposa e hijos antes de suicidarse. Sin embargo, no hay pruebas de tan escabroso rumor.[2]

Después de la muerte de Saldaña Galván, el inmueble queda intestado y cae en manos del Gobierno de la ciudad. Este lo ha usado como escuela primaria, instituto indigenista y hasta de procuraduría general. Actualmente es el DIF quien lo opera, se vio reducido a una simple bodega que a veces es prestada para sesiones fotográficas. La creencia popular es que esto se debe a que no quieren personas laborando que pongan en riesgo sus vidas al laborar ahí.[2]

Arquitectura[editar | editar código]

El conjunto arquitectónico está conformado por fragmentos germinales provenientes de diversas geografías, matices claramente arabescos se reproducen con apuntes hindúes; columnas romanas se suceden con magueyes de piedra; el estilo ibérico cruzado con el mesoamericano para dar lugar a un híbrido imponente: una quimera, si bien no totalmente agraciada en cada uno de sus atributos, funcional como organismo estético.[3]

Los materiales reinantes son la roca volcánica, el tezontle, el mármol y la Talavera y el nivel de detalle es casi angustiante, no existe centímetro al que no se le haya prestado atención, cada escalón, cada ventana, cada cornisa y azotea cuenta con su propio aporte. Las herrerías y barandales dibujan figuras de influencia surrealista, escaleras Esherianas se disparan en cada uno de los recodos de los pasillos, la chimenea del salón principal es tan grande que se puede caminar dentro, las habitaciones tienen ventanas de mármol traslucido por las que se filtran destellos dorados, gárgolas y cañones de piedra rematan las alturas y cabezas Olmecas, faunos, toros, monjes, lobos y mujeres dando a luz se reparten por los jardines representados en basalto. El lugar también registra una tendencia marcada a enaltecer la revolución, en especial por medio de estelas de piedra labradas con inscripciones y murales en los que la figura de José María Morelos y Pavón es el personaje central.[4]

En un anuncio publicitario de los años cuarenta, se describía a la posada de la siguiente manera:

“Estos jardines de la Plaza de San Francisco con su fuente continental, sus arcadas, coloniales, sus mármoles, su sombra y su luz, forman parte de ese gran monumento del siglo que se llama “La Posada del Sol”, en la Avenida Niños Héroes 139, sueño portentoso llevado a la práctica por el ingeniero Galván. Rincones de México que son la meta de los romeros de todo el mundo americano, remanso de paz…alto en el camino para todo hombre que se aparte momentáneamente de los negocios y no quiere mellar sus armas en las luchas futuras; ancho lugar recoleto que evoca lo grande de todas las épocas, desde la línea griega al Renacimiento español, las mezquitas del árabe, la Catedral de Brujas, las primaveras noruegas, la época colonial mexicana y el recogimiento sentimental, tradición y belleza, sonido y eco de las viejas misiones de California.”[5]

Leyendas[editar | editar código]

Algunos medios han logrado escabullirse al interior de esta construcción y a través de ellos se pudo conocer el estado en el que se encuentra: las fotografías registran madera podrida, salones y estancias completamente vacías y un altar que se atribuye a la segunda leyenda más famosa del sitio: cuando fungía como una instancia del DIF, la hija de una trabajadora se perdió y fue encontrada sin vida.[5]

También se dice que hay cráneos y huesos humanos dentro de este edificio, mismos que pertenecen a 40 personas diferentes y se encontraron en los túneles entre paredes dobles. Hay personas que creen que los sacrificios humanos rituales se realizaron en La Posada. Sin embargo, también podría ser una prueba de algo mucho más oscuro: ejecuciones frecuentes durante demostraciones de estudiantes en los años 70.[1]

Es muy probable que el Negro Durazo (Jefe de Policía en 1976-1982, conocido por múltiples cargos de corrupción, extorsión, contrabando, etc.) y su gente hayan utilizado esos túneles para torturar a muchos jóvenes que han desaparecido a través de ese capítulo oscuro de la historia mexicana. Esto ya que la Posada está  situada cerca de las varias instalaciones de la policía judicial de aquel entonces, haciendo imposible rastrear o detectar los gritos desde afuera, lo que convierte a la Posada en una prisión perfecta.[1]

Murales[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 Tomado de: https://mxcity.mx/2018/10/posada-del-sol-la-tenebrosa-belleza-de-un-hotel-abandonado/.
  2. 2,0 2,1 2,2 Tomado: https://www.chilango.com/ocio/posada-del-sol-doctores-cdmx/.
  3. Tomado de: https://www.vice.com/es_latam/article/xdj5e4/los-enigmas-de-la-posada-del-sol.
  4. Tomado de: https://www.vice.com/es_latam/article/xdj5e4/los-enigmas-de-la-posada-del-sol.
  5. 5,0 5,1 Tomado de: https://www.eluniversal.com.mx/mochilazo-en-el-tiempo/el-hotel-embrujado-del-centro.