Palacio de los Condes de Heras y Soto

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El Palacio de los Condes de Heras y Soto es una de las construcciones más importantes del siglo XVIII. Su impresionante estilo barroco y los detalles tallados en el marco de su puerta y la esquina que junta las calles República de Chile y Donceles en la Colonia Centro - Centro Histórico de la Alcaldía Cuauhtémoc la convierten en uno de los inmuebles más emblemáticos de la Ciudad de México. Este lugar perteneció al Conde Sebastián Heras y Soto natural de Santander y la obra se le atribuye al Arquitecto Lorenzo Rodríguez.

Descripción[editar | editar código]

Es uno de los ejemplos más importantes del estilo barroco sobrio del siglo XVIII en la Ciudad de México. Este Palacio fue mandado construir hacia 1760 por el capitán sevillano Adrián Ximénez de Alendral, maestro, patrón y veedor en el arte de platería y de su segunda esposa María Antonia Azorín. La obra se atribuye al arquitecto Lorenzo Rodríguez.

Palacio de los Condes Heras y Soto

Historia[editar | editar código]

Época Colonial

El primer dueño de este Palacio, edificado en el siglo XVIII, fue el platero don Adrián Jiménez de Almendral, originario de Sevilla, quien llegó a la Nueva España en 1725. Instaló su tienda, casa y taller en la calle de Plateros, pero después de varios años adquirió algunos terrenos en la esquina de las calles de Canoa y Manrique, hoy Donceles y República de Chile. Ahí mandó edificar, entre 1753 y 1769, la suntuosa residencia que hoy conocemos, donde habitó con su familia durante casi tres décadas. El inmueble se atribuye al arquitecto Lorenzo Rodríguez, también artífice del Sagrario. [1]

En 1769, se celebró en la capilla u oratorio de la mansión la boda de la primogénita María Manuela Ximénez de Almendral y Azorín con el Secretario del Secreto del Santo Oficio de la Inquisición, Adrián Ximénez de Almendral mandó fabricar un pequeño palacio para que sirviera de habitación a su hija.

Al morir el dueño, en 1779, la administración de sus bienes quedó en manos de su yerno, José Nicolás Abad Jiménez.

Siglo XIX

Sus descendientes, agobiados por deudas económicas, se vieron obligados a rematar la propiedad, que fue fraccionada en dos partes en 1828.

En 1833, la casa fue rematada por el concurso de acreedores de las propiedades de los doctores José Manuel y Miguel María Abad Ximénez Azorín, nietos del difunto platero. Esta grandiosa construcción se dividió en dos, la casa principal de la calle de Manrique 4, que daba vuelta a la calle de la Canoa, la compró el minero de Guanajuato José Miguel Septién en 34 mil pesos, y la casa contigua a la principal, o pequeño palacio de la calle de Manrique 5, la adquirió el coronel Antonio Alonso Terán.

En 1852, la casa principal fue vendida por los hijos de Septién a Tomás López Pimentel, casado con Mariana de Heras Soto y Rivaherrera, de ahí que el nombre de la casa conocida como la de los Pimenteles cambió, desde principios de este siglo, por el de casa de los condes de Heras Soto. Su hija Concepción Pimentel de Mier y Celis heredó este palacio en 1906, su hija Mariana Mier, casada con Eustaquio Escandón y Barrón, dispuso al morir que la mitad de sus cuantiosos bienes se dedicaran a obras de beneficencia, fundándose la Beneficencia Privada Mariana Mier.[2]

Siglo XX

La histórica casa de los Condes de Heras y Soto fue rentada a los Ferrocarriles nacionales de México y después fue utilizada como bodega del Express, pero ante el interés de varios historiadores, artistas y estudiosos de hacer de este inmueble un museo de la época colonial, jefes de la Oficina de Arquitectura del Departamento del distrito Federal y la Oficina de Monumentos Coloniales dependientes de la SEP enviaron peticiones a la Junta de beneficencia y a la Fundación Mier para conservar y mantener el edificio.

El 8 de julio de 1931, la “casa de los Pimenteles o la Casa de los condes de Heras y Soto” es declarada monumento histórico con la finalidad de preservar el patrimonio artístico.

Palacio de los Condes de Heras y Soto CDMX.jpg

En 1940, el patronato de la Beneficencia vendió el palacio a la Compañía Mexicana de Inversiones en 240 mil pesos, y ésta a su vez lo vendió, en 1972, a las autoridades del Distrito Federal.

Finalmente, el 1º de febrero de 1972 fue adquirido este histórico inmueble por el Departamento del Distrito Federal en la cantidad de 2. 750.000.00 pesos y se iniciaron las obras de restauración con lo que se rescató un importantísimo  patrimonio de nuestra historia colonial.[3]

A finales del siglo XX fue restaurado por el arquitecto Ricardo Prado Núñez y posteriormente por el arquitecto Sergio Zaldívar, J.B. Artigas y M. Malo intervinieron las fachadas.

Actualmente este recinto alberga las oficinas de la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México y el Archivo Histórico de la Ciudad. [1]

En esta construcción se puede apreciar una pequeña placa que dice: "Aquí nació en 1780 el Conde Don Manuel de Heras y Soto, uno de los que firmaron el acta de la Independencia Nacional".

El inmueble fue restaurado para albergar el Consejo del Centro Histórico de la Ciudad de México y el partido arquitectónico original se rescató casi en su totalidad y consta de dos niveles y en realidad son dos edificios, el que corresponde al palacio principal y el otro de menores dimensiones, ambos se encuentran integrados por una sola fachada. Las dos edificaciones cuentan con patio principal, la fachada principal es una de las más bellas muestras de un fino, bello y delicado trabajo del labrado de la cantera, que se puede apreciar en los balcones, la fachada principal y el ángulo de la esquina del palacio.[2]

Ángel tallado Palacio de los Condes

Arquitectura[editar | editar código]

La superficie de la edificación es de 1,261 m2. Su distribución corresponde a la de las grandes casas señoriales y las de productos.Se compone de dos plantas, dos fachadas, patio central, escalera principal y crujías que se desarrollan en torno al patio y traspatio. En el piso alto se desarrollaba la vida familiar y social, mientras que era común rentar la parte baja de la casa para comercios, almacenes, bodega y utilizar las accesorias para viviendas. Los salones principales de la casa fueron dos: el del estrado y el del dosel.[3]

La fachada principal del palacio, es de lo mejores ejemplos del arte barroco mexicano, está coronada con gárgolas y canales, donde se combinan el tezontle y la cantera finamente labrada. El balcón central ostenta una balaustrada elaborada con material importado del Oriente que llegaba a la Nueva España en la Nao de China. El exquisito portón de acceso es de madera tallada. El elemento más distintivo de la decoración es la figura de un querubín tallado en cantera rodeado con motivos florales —justo en la esquina— que descansa el pie sobre la cabeza de un león y sostiene con el brazo derecho una cesta llena de frutas, símbolo de la abundancia. [1]

Es una obra de arte barroco, ofrece una armónica distribución de vanos, aperturas para puertas o ventanas, y macizos, texturas y colores de tezontle y cantera, trabajados con impecable proporción en las alturas de sus niveles. Sobresalen las jambas (paralelos laterales) y dinteles del portón y el majestuoso balcón central, motivos que fueron aprovechados para hacer lucir la filigrana de piedra y formar verdaderos encajes de figuras.

El segundo piso de la fachada enmarca al balcón central con un barandal de hierro forjado, con pilastras decoradas como en el primer nivel y el remate de la portada son la serie de gárgolas en la cornisa, elemento indispensable para lograr el desagüe de la lluvia.

     UNIÓN DE LAS DOS FACHADAS

En esta unión se encuentra un elemento decorativo que le ha dado carácter y sentido personal a la casa, ya que además de estar profusamente decorada  (estilo churrigueresco) con motivos vegetales, emerge de entre ellas la figura de un niño o ángel, que descansa un pie sobre la cabeza de un león y sostiene graciosamente con el brazo derecho una cesta llena de frutas, símbolo de la abundancia.[3]

Materiales de Construcción

Cantera, tezontle, piedras, vigas de madera y entablado.

Referencias[editar | editar código]

Bibliografía[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 Tomado de: Javier Villalobos Jaramillo. Los 100 Sitios y Monumentos más importantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. En coordinación con la Delegación Cuauhtémoc y el Gobierno de la Ciudad de México.
  2. 2,0 2,1 Tomado de: http://mexicoheraldico.blogspot.com/2014/03/palacio-de-los-condes-de-heras-y-soto.html
  3. 3,0 3,1 3,2 Tomado de: https://sites.google.com/site/lospalaciosdelaciudaddemexico/palacios-coloniales/palacios