Santuario Nacional de San Juan Diego

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Datos

Época
Siglo XX

Santuario nacional de san juan diego.jpg

Coordenadas
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El Santuario Nacional de San Juan Diego se encuentra en la Colonia Tepeyac Insurgentes, dentro de la Alcaldía Gustavo A. Madero. El proyecto de construcción inició en 1997 y en 2002 Juan Diego fue canonizado por Juan Pablo II, en su visita a México. Para ello, se utilizó el terreno que ocupó durante varios años el inolvidable Cine Lindavista (1942-2002). La figura de San Juan Diego juega un papel central en la devoción guadalupana, ya que según la tradición católica entre el 9 y 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe se le apareció cuatro veces en el cerro del Tepeyac, lo que dio origen al culto de esta deidad.[1] Sin embargo, luego de más de dos décadas, el santuario no ha sido terminado de construir.

Historia[editar | editar código]

Siglo XX[editar | editar código]

En esa misma ocasión, el prelado relató cómo surgió la idea de establecer el santuario en el antiguo Cine Lindavista, puesto que la propiedad federal se encontraba en venta por el Fideicomiso Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares del Centro (Fidelic). Diego Monroy le escribió una carta al entonces presidente de la República, Vicente Fox, en la que planteó construir el santuario en ese terreno y la necesidad de contar con un recinto dedicado a San Juan Diego.[1]

Siglo XXI[editar | editar código]

El 31 de julio de 2002, durante la visita del entonces papa Juan Pablo II, se canonizó a Juan Diego de Cuauhtlatoatzin, convirtiéndose así en el primer santo indígena. Para ello, la Arquidiócesis Primada de México tuvo que comprobar ante la Santa Sede la existencia del vidente del Tepeyac, mediante investigaciones que tuvieron como resultado que el Papa, a pesar de diversas oposiciones dentro de la propia jerarquía católica mexicana, firmara el decreto que elevaba a la santidad a Juan Diego.[1]

No obstante, en 2002, el entonces rector del recinto guadalupano, Diego Monroy, reconoció que se carecía de recursos económicos para la construcción del inmueble donde se instalaría el Santuario a San Juan Diego, el 22 de septiembre de ese año. El 9 de diciembre de 2003 el cardenal Norberto Rivera encabezó la ceremonia de bendición y colocación de la primera piedra de lo que sería el Santuario Nacional de San Juan Diego, a medio kilómetro de la Basílica de Guadalupe.[2]

Para 2017, el santuario no había sido terminado de construir. El proyecto del santuario, presentado antes de aquella ya lejana visita papal, se encontraba todavía en etapa de cimentación y restructuración de la fachada y desde el verano de 2002 a la fecha las obras que se realizaban eran prácticamente nulas. En ese último lustro únicamente se había avanzado en los trabajos del espacio que tendría el templo dedicado a los asuntos administrativos de la Iglesia. Además se acondicionó en un salón, al interior del que fuera el Club Leones México, una capilla para celebrar misas y recaudar fondos para poder invertirlos en la construcción.[2]

Historia eclesiástica[editar | editar código]

Proceso de construcción[editar | editar código]

Arquitectura[editar | editar código]

La capilla tiene espacio para alrededor de 150 personas, con sillas plegables, y sobre el altar las imágenes del santo indígena y de la Virgen de Guadalupe. Cuenta con una sacristía y un área de criptas, en cuyo centro se encuentra un cuadro que plasma el momento de una de las apariciones de la Guadalupana a Juan Diego.[2]

Descripción de la capilla[editar | editar código]

Interior[editar | editar código]

Disposición[editar | editar código]

Campanas[editar | editar código]

Otras observaciones[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

Bibliografía[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 Tomado de: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/en-ruinas-templo-juan-diego-sigue-en-obra-negra.
  2. 2,0 2,1 2,2 Tomado de: https://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/07/31/1178758.