Calzada de los Misterios

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La Calzada de los Misterios es una de la avenidas de gran relevancia historica y forma parte de las 49 Calles y Avenidas más largas de la Ciudad de México, recibe su nombre de las 15 ermitas dedicadas a los Misterios del Rosario que fueron construidos durante la época colonial, conecta a la Basílica de Guadalupe con el Paseo de la Reforma. Levantada desde los tiempos prehispánicos la antigua calzada del Tepeyac, también llamada Camino de Guadalupe o Calzada de Piedra, fue ampliada y reparada tras la aparición de la Virgen de Guadalupe. Ésta fue una de las tres grandes calzadas que atravesaron al entonces Lago de Texcoco para unir a la capital mexica, con lo que en su momento fueron considerados como poblados de tierra. en el siglo XXI ha tenido al paso del tiempo algunas intervenciones de reparación y modernización de mobiliario urbano, y así como su paralela, Calzada de Guadalupe, tienen gran afluencia vehicular.

Datos

Época

Calz. Misterios.jpg

Sección
Alcaldía
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Coordenadas
19° 29' 8.56" N, 99° 7' 6.92" W


Historia[editar | editar código]

Época prehispánica[editar | editar código]

La Calzada de los Misterios es una larga avenida que se encuentra en la zona norte de la Ciudad de México. Su trayecto actual se encarga de conectar a la Basílica de Guadalupe con el icónico Paseo de la Reforma.

Su trazo original data de la época prehispánica. Los mexicas construyeron la calzada con el objetivo de unir a México-Tenochtitlán con el resto de la cuenca del Valle de México, así como de separar las aguas dulces de las saladas. En la antigüedad, la ciudad de Tenochtitlan estaba comunicada con tierra firme mediante tres calzadas, la de Tlacopan, la de Iztapalapa y la del Tepeyac.[1]

Cabe mencionar que esta zona, desde tiempos precolombinos, ya era un lugar místico y de carácter religioso. Antes de la aparición de la Virgen de Guadalupe, en el poblado se ubicaba un pequeño templo dedicado a la diosa Tonantzin, la madre de todos los dioses para el pueblo mexica, ya que La calzada del Tepeyac fue construida por los tlatelolcas antes de su dominación por los de Tenochtitlan; partía de la puerta norte del recinto sagrado Acatliyacapan, y llegaba hasta Tepeaquilla, centro ceremonial de la diosa Tonantzin, que en tiempos de la conquista fue el asiento de los reales de Gonzalo de Sandoval en el asedio a la ciudad, de donde partió posteriormente para Tochtepec.

Calzada de los misterios, frente la Basílica

Época Colonial[editar | editar código]

Esta calzada fue el lugar de paso del indio Juan Diego cuando venía de Tulpetlac a escuchar la misa de los primeros evangelizadores en Tlatelolco que igual que la actual Basílica, el templo era visitado por numerosos grupos de personas, que en busca de espiritualidad atravesaban la calzada para llegar a venerar a la deidad.

Aunado a sus fines religiosos, la calzada también funcionaba como un dique, que separaba el agua dulce que provenía de los cerros de la salada que venía del Lago de Texcoco.

Se le conocía como Calzada de Tepeyac, y a pesar de que cuando los españoles arribaron se dieron a la tarea de destruir y modificar muchas obras de infraestructura de los aztecas, la calzada se mantuvo y siguió teniendo importancia durante el periodo colonial. Tras la aparición de la Virgen y la construcción de su templo, tanto la población como las visitas al cerro aumentaron y la calzada se convirtió en una de las calles más concurridas de la época.[2]

En aquel entonces, se llamaba Calzada de Piedra, sin embargo, el pueblo mexicano le decía Calzada de Guadalupe. En 1604, la calle sufrió una terrible inundación, pero al cabo de cinco meses la avenida fue totalmente reconstruida, fray Agustín de Betancourt en su Teatro mexicano, el virrey Marqués de Montesclaros, valiéndose de fray Gerónimo de Zárate y de fray Juan de Torquemada, aderezó la albarrada que construyó don Luis de Velasco y mando construir dos calzadas, la de San Cristóbal Ecatepec, que encomendó a fray Gerónimo de Zarate y la de Guadalupe a fray Juan de Torquemada, quien ocupó dos mil peones, realizando la obra en cinco meses con dos varas de altura y diez de ancho. Construyó además dos puentes, el del Consulado y el del río Guadalupe.

Por el año de 1675 fue nuevamente reparada por el fiscal Francisco Marmolejo y el doctor Isidro Sariñana con una anchura de 16 varas y una longitud de 3,500 varas de la aduana del pulque en Peralvillo al Santuario de Guadalupe.

Esta calzada de Piedra o camino de Guadalupe en el año 1675 cambió su nombre por el de Calzada de los Misterios debido a la construcción de 15 humilladeros lo que conocemos como ermitas, (Ahora monumento) como les llamaba el P. Francisco de Florencia, y que en un principio se pensó fueran verdaderas capillas, hechas a base de cantera, pero reconsideró el asunto el arzobispo fray Payo Enríquez de Rivera ya que no era conveniente ejecutar capillas en la vía pública.[3]

Antiguo Camino que posterior fue la Calzada

En 1675 se comenzaron a levantar los Misterios del Rosario, diseñados por el arquitecto Cristóbal de Medina. Cada misterio se proyectó en la forma que están actualmente, dentro del orden barroco, divididos en tres cuerpos; el de abajo como base, el de en medio con el ofrecimiento en piedra blanca y santos de bulto en los nichos de los costados, tratándose de San Onofre y San Jerónimo; en el cuerpo de arriba invariablemente una Virgen de Guadalupe bellamente tallada. En los tableros de en medio y superior bajorrelieves en cantera de piedra chiluca, razón de su desgaste natural al igual que las trabes y cornisas. El cuerpo superior ofrece únicamente una columnilla a cada lado de la Virgen, ya que el cuerpo de en medio tiene dos a cada lado, siendo dóricas o salomónicas, para terminar el cuerpo superior con un pequeño frontón triangular para obligar al remate de los que habían sido hermosas esculturas del apóstol San Pedro o del arcángel San Miguel.[2]

En los proyectos iniciales se había pensado en la realización de rejas de hierro con vidrieras finas y cristalinas, dotadas de candado, situación que no se llevó a efecto.

Estos monumentos fueron fabricados con piedra y tienen cuatro metros de largo por 1.50 de ancho y ocho de alto. La mayoría de los misterios fueron costeados con donativos considerables como los de don Santiago Zurricarday, don Juan y doña Jerónima Zepeda y con las limosnas de los fieles, siendo concluidos en su totalidad el 14 de agosto de 1676; cinco eran Gloriosos, cinco Dolorosos y cinco Gozosos, de los que únicamente quedan ocho y con la necesidad de repararlos antes de que desaparezcan.

Actualmente el estado que guardan los monumentos, tanto los de cantera como los de concreto, son de mucho deterioro y el descuido.

Ermitas
Ermitas sobre la calzada

Misterios Gozozos.

  • La Encarnación del Hijo de Dios.
  • La Visitación de Nuestra Señora.
  • El Nacimiento del Hijo de Dios.
  • La Purificación de Nuestra Señora.
  • El Niño Perdido y Hallado en el Templo.

Misterios Dolorosos.

  • La Oración del Huerto (original).
  • Los Azotes que el Hijo de Dios padeció atado a la Columna.
  • La Coronación de Espinas (Reconstruido en 1999).
  • Jesús con la Cruz a Cuestas (Reconstruido en 1999).
  • La Crucifixión y Muerte de Jesús (Reconstruido en 1999).

Misterios Gloriosos

  • La Resurrección de Jesús (Reconstruido en 1999).
  • La Ascensión de Jesús al Cielo (Reconstruido en 1999).
  • La Venida del Espíritu Santo, Pentecostés (Reconstruido en 1999).
  • La Asunción de la Virgen María (Reconstruido en 1999).
  • La Coronación de Nuestra Señora.[4]
Cruz gigante

Siglo XX[editar | editar código]

El 12 de diciembre de 1976 se inauguró la nueva Basílica de Guadalupe, obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en colaboración con Alejandro Schoenhofer, fray Gabriel Chávez de la Mora y Javier García Lascuráin. Este recinto religioso de planta circular destaca por su techumbre de láminas de cobre cuyo tono verdoso recuerda el color del manto de la Virgen de Guadalupe.

En 1999 se levantó una cruz monumental de 22 metros de alto, nombrada Monumento a los Peregrinos, que fue bendecida por el Papa Juan Pablo II y que se localiza al final de la Calzada de los Misterios, donde se convierte en Paseo de la Reforma.

Siglo XXI[editar | editar código]

Hoy por hoy, la calzada, además de ser una calle de gran importancia en cuanto a movilidad en el norte de la ciudad se refiere, es también un camino que siguen los peregrinos cuando sienten la necesidad de una presencia espiritual y religiosa en sus vidas. Recorrer la Calzada de los Misterios, ya sea a pie o en coche, es una alusión al recorrido místico de nuestros antepasados.


Lugares Emblemáticos[editar | editar código]

Basílica de Guadalupe

Conectividad[editar | editar código]

MB - La Villa-Basílica


Cruza con vialidades importantes como:

Circuito Interior

Avenida Noe

Avenida Montevideo

Personajes Celebres[editar | editar código]

Historias Geniales[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

  1. Tomado de: https://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2017/03/12/la-iconica-calzada-de-los-misterios#imagen-1 Fecha de consulta: 25/05/2020
  2. 2,0 2,1 La Calzada de los Misterios | Ciudadanos en Red :: Metrópoli 2025. (s. f.). Recuperado 25 de mayo de 2020, de https://web.archive.org/web/20100214000224/http://www.ciudadanosenred.org.mx/node/19004
  3. Calzada de los Misterios: la historia de una calle de peregrinos. (2018, diciembre 5). Recuperado 25 de mayo de 2020, de https://mxcity.mx/2018/12/calzada-los-misterios/
  4. ¿Qué Pasó Ahí?... El enigma de la Calzada de los Misterios. (2014, diciembre 3). Recuperado 25 de mayo de 2020, de https://www.excelsior.com.mx/comunidad/2014/09/05/980086