Edificio Canadá

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Datos

Época
Siglo XX

Edificio Canadá.jpg

Alcaldía
Colonia
Dirección
Av. Insurgentes Sur 300, Roma Norte, Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX
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Coordenadas
19° 24' 51.08" N, 99° 9' 55.73" W

El Edificio Canadá, también conocido como Insurgentes 300, se encuentra en la Colonia Roma Norte, dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc. A este edificio se le conoció como Canadá porque al menos durante dos décadas los alzados del ala norte estaban iluminados con la publicidad para la hoy extinta zapatería cuya desaparición data de mediados de 1990 para dar paso a otra tienda, que después del sismo de septiembre de 2017 abandonó el edificio.[1] La llegada del “milagro mexicano” permitió la aparición de construcciones modernas y de alturas entonces insólitas, como en el #300 de la avenida Insurgentes Sur, aque fue el primer edificio de la Ciudad de México en contar con 17 pisos, una plaza comercial en la planta baja e incluso un helipuerto.[2] Actualmente este emblemático y colosal edificio se encuentra abandonado y su futuro causa incertidumbre.

Orígenes[editar | editar código]

Edificio Canadá 2.jpg

En 1954, la Ley sobre Propiedad en Condominio impulsada por el arquitecto Mario Pani fue aprobada; en 1956 Pani mismo proyectó el primer edificio en México de propiedad por pisos: el Condominio Reforma Guadalquivir, con departamentos de lujo, una torre para oficinas y locales para comercio en la planta baja. Este modelo de uso múltiple marcó una nueva posibilidad en la distribución y uso del espacio; el mismo patrón se reprodujo con múltiples variantes por la ciudad, tanto el edificio de oficinas del arquitecto José Hanhausen (Insurgentes 170, colonia Juárez, 1956) como el conjunto de despachos Torre Anáhuac proyectada por Juan Sordo Madaleno (Reforma 51, colonia Tabacalera, 1958) son ejemplos de los ecos que este modelo generó.[3]

Historia[editar | editar código]

1950[editar | editar código]

Edificio Canadá 3.jpg

El Condominio Insurgentes comenzó a construirse en 1956 y en mayo de 1958 abrió al público. Los 420 despachos del Condominio Insurgentes se vendieron rápidamente. Durante los primeros años posteriores a su inauguración, los espacios fueron ocupados por prestigiosos abogados, médicos, estrellas de cine y algunas familias que decidieron habitar ahí. Seis elevadores, estacionamiento amplio y una altura excepcional habían consolidado el imaginario de lujo.[3]

Los trabajos para construir el también conocido como Coloso de Medellín comenzaron por ahí de 1956, a la mitad de su construcción probó por primera vez su resistencia tras el temblor de 1957, cuando hasta el Ángel de la Independencia rodó sin miramientos por la avenida Paseo de la Reforma.[4]

Tanto su altura como su ubicación, hicieron creer a los futuros propietarios que el sitio podría ocuparse no sólo con ocinas, sino que tendría tiendas, cafetería, farmacia, restaurantes o bares de lujo que pudieran aprovechar el tránsito de personas, teniendo como principal atracción la vista. De hecho, la planta baja siempre fue pensada como de uso comercial y lo sigue siendo hasta nuestros días. En los anuncios publicitarios del condominio, se podía leer que el comprador tendría 10 años para pagar su ocina y si éste veía necesario el venderlo antes de que se liquidara la deuda, la podía traspasar sin problema al futuro dueño.[5]

1970[editar | editar código]

En la década de los setenta, un anuncio lumínico con las letras de la marca de calzado Canadá, colgaba de una de sus fachadas. Eso le dio identidad al inmueble y empezó a ser conocido desde entonces como “el edificio de la Canadá”[3]

1980[editar | editar código]

El 19 de septiembre de 1985, la ciudad amaneció devastada. Recién entrada la mañana, ocurrió uno de los hechos más trágicos en la historia moderna capitalina: un terremoto se había llevado con él no sólo a miles de personas sino también a sus historias y patrimonio. Una de las colonias más afectadas fue justamente en la que se encuentra el Condominio, “la Roma”, que vio caer multifamiliares, casas y oficinas. En la zona donde las calles estaban llenas de escombros y sobre ellas reinaba un ambiente de desolación, el Edificio Canadá resultó aparentemente ileso. [5]

Por este hecho, el gobierno del entonces Departamento del Distrito Federal y el Gobierno Federal vieron necesaria la creación de la Coordinación de Control de Edificaciones que tenía como finalidad prevenir daños a la ciudadanía si se volvía a repetir una situación como la del temblor. Su función principal era llevar a cabo una exhaustiva inspección de los inmuebles dañados -o que estuvieran en zona de riesgo- para verificar que tanto su funcionalidad como su cimentación fueran lo suficientemente seguros. Todos estarían obligados a llenar un formato por inmueble en el que se registrara si los edificios contaban con las medidas mínimas de seguridad y, en caso de que fuera posible, la recomendación inmediata de lo que requería el espacio para no significar un daño.[5]

De esta supervisión, ambas coordinaciones decidían sobre la necesidad de demoler o, en su caso, una reparación urgente del inmueble; una vez tomada la decisión se informaba al o a los propietarios y estos debían de responder ante la notificación de las coordinaciones. Del también conocido como Edificio Canadá, el Ingeniero Víctor M. Pavón, perito representante de las coordinaciones, reportó que “el inmueble presenta daños tanto en la estructura como en la cimentación, ya que está desplomado. Se ha requerido en varias ocasiones al propietario para que tramite la autorización de reparación, a lo a que ha contestado manifestando el interés de reparar y solicitando prórroga en lo que se realizan las nivelaciones correspondientes. Se presionó a los propietarios par que los trabajos de reparación se inicien a la brevedad.”[5]

1990[editar | editar código]

Diez años después del sismo y a pesar de todos los reportes de peligrosidad emitidos por el D.D.F., el edificio seguía en pie y en junio de 1995 iba a protagonizar un hecho que ganó la atención de los medios de comunicación. El ex Procurador de Justicia y Magistrado del Distrito Federal, Abraham Polo Uscanga, había sido encontrado muerto al interior de su despacho en el noveno piso del Condominio Insurgentes.[5]

A pesar de que se trató de manejar la versión de que Uscanga había cometido suicidio, las autoridades la desmintieron de inmediato y declararon que había sido asesinado entre las 22 y 24 horas del 19 de junio, con un balazo en la cabeza. Entre los principales sospechosos se encontraban empleados de Ruta 100 y personal del Tribunal Superior de Justicia ligado en casos de corrupción. Nuestra compañera Silvia Otero reportó en su artículo “Se atora caso Polo Uscanga” que a pesar de que se había logrado reabrir el caso para esclarecer los hechos y hacer justicia a Uscanga una pérdida de expedientes importantes para el caso conllevó a que todo se frenara y la investigación quedase, una vez más, congelada.[5]

2010[editar | editar código]

En agosto de 2012 el edificio fue desalojado y clausurado por Protección Civil. Aunque se alegaba la presencia de daños estructurales y la falta de un programa interno de protección civil, lo cierto es que este mecanismo puso fin a una serie de secretos a voces que ponían como protagónico al gigante de Insurgentes como centro de actividades ilícitas como venta de drogas, prostitución y trata de personas, entre otras. La situación se ha revertido parcialmente, hoy son pocos los condóminos que se organizan para reparar años de abandono en algunos pisos, tal vez la presión de una expropiación por parte del gobierno y la mirada acechante de inmobiliarias por adquirir a bajo costo una propiedad que se ubica en una zona de alta plusvalía es la que los motiva a sacar de la decadencia a este edificio.[3]

De ahí fueron expulsadas 137 personas, pero con el tiempo regresaron en silencio. Mismo silencio, con el que han tenido que volver a abandonar el lugar tras un nuevo temblor, que no le ha quitado ni un azulejo al simbólico edificio.[6]

Arquitectura[editar | editar código]

Levantado entre 1956 y 1958, su bautizo estuvo marcado por un temblor, el de 1957, pero un año después se inauguró sin problemas. Fue construido siguiendo una arquitectura influida por el international style aplicando una fachada asimétrica, cubiertas planas, muros con cortinas de vidrio, superficies con pared lisa, ausencia de detalles decorativos y uso simple del color, según dice la ficha técnica del edificio.[6]

Anécdotas Memorables[editar | editar código]

Personajes Célebres[editar | editar código]

  • Silvia Pinal
  • Mauricio Garcés

Personajes Inolvidables[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

  1. Tomado de: https://www.excelsior.com.mx/comunidad/edificio-canada-sobreviviente-de-sismos-e-incendios/1270171.
  2. Tomado de: https://culturacolectiva.com/diseno/edificio-insurgentes-300.
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 Tomado de: https://www.letraslibres.com/mexico-espana/insurgentes-300-un-fantasma-la-modernidad.
  4. Tomado de: https://www.excelsior.com.mx/comunidad/edificio-canada-sobreviviente-de-sismos-e-incendios/1270171.
  5. 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 Tomado de: https://www.eluniversal.com.mx/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/era-edificio-de-lujo-en-la-roma-hoy-parece.
  6. 6,0 6,1 Tomado de: https://elpais.com/internacional/2017/09/28/mexico/1506552584_155466.html.