Edificio Reforma 506 (1971-2009)
Datos
El Edificio Reforma 506 es uno de los 49 Inmuebles demolidos más recordados de la Ciudad de México. Estaba ubicado en la Colonia Juárez - Zona Centro, sobre la Avenida Paseo de la Reforma, dentro de la Alcaldía Cuauhtémoc. En 2009 fue considerado el edificio más alto en ser demolido en México. Su adiós se debió a la llegada de uno de los edificios más altos y con mayor implementación tecnológica de la ciudad: la Torre BBVA.
Historia[editar | editar código]
1970[editar | editar código]
Se construyó en el año 1971, el diseño original se conservó en la torre hasta el día de su demolición, páneles de aluminio ascendían por todo el edificio, aunque por el tiempo, se tornaron opacos y gastados. En su inicio, en la parte superior se mostraba un logotipo que consistía en dos letras M (Mario Moreno), fueron retiradas pocos años después de finalizada su construcción.[1]
2000[editar | editar código]
Durante el transcurso del tiempo sufrió leves modificaciones en su fachada, en el año 2005, un proyecto de BGP intentaba remodelar las "Torres Mario Moreno" (Reforma 506 y 509), lamentablemente eso nunca se efectuó. Reforma 506 fungió como un edificio de oficinas, su gastado aspecto deslucía en medio de la renaciente Zona de Paseo de la Reforma, el terreno que ocupó, será empleado para la construcción de la Torre Bancomer (proyecto).[1]
La demolición de este inmueble comenzó desde mediados del año 2008, cuando las letras ubicadas en el techo del edificio fueron retiradas, para finales del 2008 y principios del 2009, las oficinas fueron desalojadas, y en el mes de marzo la periferia fue cercada. La demolición del interior inició con el desmantelamiento del Sarnborns Diana y los niveles superiores. Una vez que finalizó su destrucción, se convirtió en el edificio más alto en ser demolido en la ciudad y en México.[1]
El lunes 30 de marzo de 2009 al medio día, el Edificio Reforma 506 comenzó a mostrar una columna de humo que salía de la parte superior, un incendio que se originó en el nivel 15, provocó que los cristales se quebraran y se precipitaran al vacío. Cinco albañiles que laboraban en la demolición intentaron combatir el fuego sin éxito alguno. Afortunadamente no hubo pérdidas humanas y la conflagración fue controlada por los bomberos de la Ciudad de México.[1]