Museo de Figuras de Cera

Datos

Época

Museo de Figuras de Cera

Sección

Museos

Alcaldía

Gustavo A. Madero

Colonia

Tepeyac Insurgentes

Dirección

Calz. de los Misterios 880 Col. Villa de Guadalupe CP 07020, Gustavo A. Madero, Ciudad de México

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Coordenadas

19° 29' 5.71" N, 99° 7' 8.08" W

El Museo de Figuras de Cera es ubicado en la Colonia Tepeyac Insurgentes en la Alcaldía Gustavo A. Madero en la Ciudad de México. Este museo alberga 22 figuras de cera de personajes históricos y del ámbito artístico. Algunas de las figuras expuestas representan a la Virgen de Guadalupe, a Pedro Infante y a Benito Juárez.

Historia

Figura del museo

Fecha de fundación: 12 de diciembre de 1957.

Este recinto fue inaugurado el 12 de diciembre de 1957 por José Neira Ocejo y Dilea Castillo de Neira, quienes lo tomaron como un pasatiempo, y en 1949 decidieron exhibir estas figuras en las inmediaciones del cerro del Tepeyac, pero hasta 1957 se convirtió oficialmente en museo.

El Museo de Figuras de Cera es un recinto de arte hiperrealista mexicano donde se exhiben figuras confeccionadas a mano con la técnica tradicional sobre cera de abeja, sin silicón. Este era el pasatiempo de José Neira Ocejo y Dile Castillo de Neira.

La pareja pasaría a la historia por introducir a México la ceriescultura y ser pionera en este tipo de entretenimiento en el continente. Empujados por su afición, José y Delia comenzaron a exhibir algunas figuras en carpas itinerantes desde los años treinta en el Centro Histórico. En 1933, cuando creció su colección de personajes, abrieron un establecimiento en la calle de Argentina, único en su tipo y atracción del populacho.

El actual administrador Eduardo Neira Olvera, bisnieto de los fundadores cuenta: “Mi bisabuela, más que mi bisabuelo, era una escultora con verdadero talento, pero por la época, el hombre era el que figuraba más. Ella comenzó haciendo muñequitos de cera en Michoacán, donde vivió un tiempo. Eran artesanías, luego se le ocurrió hacerlos en gran tamaño. Esculpía, por ejemplo, niños Jesús tamaño natural, pero luego comenzó a hacer políticos famosos. Así empezó su arte y su leyenda”.

La admiración que despertó el local que los bisabuelos de Eduardo abrieron en el Centro como el primer museo de su género en la ciudad, evoca una época de la urbe en que, de acuerdo con la narradora oral Cristina Soní, los turistas tenían obligadamente que ir a tres lugares: La Villa, Xochimilco y el Museo Cera. Eso provocó que la pareja de artistas abriera una segunda galería en el cerro de la Villa, que posteriormente se reubicaría en la avenida Misterios, en el número 880. El local que estaba ubicado en el centro tuvo que cerrar después del sismo del 85.

Colecciones

Atraviesa los angostos pasillos de este pequeño edificio de la Gustavo A. Madero para reconocer los nombres de artistas, políticos y deidades. Está Venustiano Carranza (quien asesinó a Francisco y Gustavo Madero), el “flaco de oro” Agustín Lara, el forajido Jesse James, Jorge Negrete en un elegante traje de charro negro, la Virgen de Guadalupe y muchos personajes más, en total una colección de 22 figuras de cera.

Obras destacadas

La figura de una mujer que retrata el oficio de una prostituta, los actuales dueños cuentan que tienen las figuras de un pordiosero, la de una tuberculosa y la de un borracho, pero no están en exhibición.

Reconocimientos

Es el museo de cera mas antiguo de América Latina.

Obras emblemáticas

La figura de cera de Cantinflas.

Información Estadística y Curiosidades

Cuando en los setenta abrió el Museo de Cera de la colonia Juárez, el de la Villa fue relegado. Aquel, de una fuerte inversión económica, originalmente fue una asociación entre uno de los hermanos del abuelo de los hermanos Neira y otro socio.

Mitos, Leyendas y Relatos

En la serie “Archivos secretos de policía”, del periódico de nota roja La Prensa, existe esta historia, de 1963: “Tragedia en un Museo de Cera. Conflicto pasional: un asesinato y un suicidio”.

"La escena era de terror, como las efigies que albergaba en su interior el Museo de Cera de La Villa. Pero los protagonistas de esta tragedia pasional eran de carne y hueso. Zoila Hernández Valdivieso sostenía en la mano derecha la pistola con la que había dado muerte al escultor Carlos Neira Castillo, para después quitarse la vida disparándose."

Así inicia la crónica del reportero Luis Francisco Macías en la edición de La Prensa del 19 de agosto de 1963. Durante nueve años, el escultor había sostenido una relación con Zoila, con quien tuvo cuatro hijos. De acuerdo con la nota, la pareja se había enfrascado en una discusión y apenas cinco meses atrás Zoila se había enterado que Carlos era casado, “lo que había perturbado su vida amorosa”.

"Zoila decidió liquidar a Carlos. Luego escribió una carta para su hijo mayor. En seguida se disparó un tiro en la sien derecha; a él lo impactó una bala en la región temporal izquierda, dijeron los informes forenses. Todo sucedió en una pequeña habitación, donde había dos camas separadas por un buró y algunos muebles más. Para llegar a dicho escenario, el detective Samuel Alba tuvo que romper los cristales de la puerta que comunica al comedor de la vivienda.Los celos ofuscaron muchas veces a Zoila, que con su vida pagó el crimen que cometió. Pocos días antes de la tragedia habían tenido problemas serios. Familiares de ambos opinaron que sus diferencias no tenían una solución posible. El cuerpo de Carlos estaba sobre la cama. Quedó boca arriba, atravesado sobre el lecho, con las manos entrelazadas y sobre el estómago. Zoila quedó sentada en el piso y recargada en la orilla de la otra pequeña cama. En la mano derecha aún empuñaba la pistola, tipo revólver, calibre .22 milímetros, y con el cañón dirigido hacia su cabeza. En la mano izquierda sujetaba un pañuelo bordado. En una hoja tamaño carta, Zoila escribió con lápiz un recado para su hijo mayor. Le pedía perdón y le dijo que deseaba se quedara junto con sus hermanos al cuidado de su abuelita."