Primer Concierto Masivo

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El Primer Concierto Masivo en México tiene sus antecedentes en un evento realizado por la Compañía de Opera Italiana que fue de las seis a las doce de la noche durante la Guerra de Reforma. Los siguientes eventos masivos en México ya entrado el siglo XX, que forman parte de las 49 Primeras veces en la Ciudad de México, sufrieron de la represión por parte del gobierno mexicano, debido a que se veían como una influencia para actos vándalicos además de los disturbios que se veían en cada concierto. Uno de los eventos más recordados es el concierto realizado en 1971 en Avándaro, el cual también fue duramente críticado por los medios de comunicación. Es así que hasta 1981 se dice, concluye la época de represión de la música y los conciertos masivos en México.

Historia[editar | editar código]

Antecedentes

Siglo XIX

La guerra de Reforma que fue de 1858 a 1861, entre liberales y conservadores tuvo consecuencias negativas para el mundo de los espectáculos en la ciudad de México. La difícil situación económica puso en aprietos a los empresarios y a las compañías de artistas que debieron hacer gala de su ingenio para llevar gente a los teatros.

En noviembre de 1858, cuando el conflicto bélico estaba por cumplir un año, la compañía de Ópera Italiana encabezada por Adelaida Cortesi organizó una función desesperada que terminó por convertirse en lo que se puede considerar como el primer concierto masivo de la historia. El espectáculo se tituló "Gran concierto promenade a la parisiense", el cual fue estrenado el 1 de noviembre de 1858, su anuncio era:

"El espectáculo durará de las seis de la tarde a las doce de la noche: el teatro estará dispuesto como magnífico salón, doblemente iluminado y de modo que la concurrencia pueda disfrutar de la diversión con comodidad en todos los departamentos. Todos los artistas de la Compañía, los coros, la orquesta y las bandas contratadas al efecto, tomarán parte en el concierto. El pórtico será transformado en un hermoso jardín".[1]

Fue una especie de concierto masivo, ininterrumpido, que resultó ser toda una novedad, registró un lleno sin precedentes y obligó a la empresaria a repetirlo días más tarde.  A pesar de la guerra, la gente seguía divirtiéndose con los espectáculos populares.

Siglo XX

Represión de los Conciertos en México

The Doors 1969 en México

Entre 1952 y 1966, la Ciudad de México,sin duda el mercado más importante de todo el país en ese momento, estuvo bajo el comando del inexpugnable Ernesto Peralta Uruchurtu. Al “Regente de Hierro”, como se le conocía, le tocó aparecer en una época en la que el pop llegaba a la cúspide de sus manifestaciones, especialmente la musical. Uruchurtu, apadrinado por el régimen de Gustavo Díaz Ordaz y sus antecesores, edificó una muralla entre su férreo mandato y el espectáculo, misma que se proponía defender a la juventud capitalina de los embates del rocan rol extranjero, incluyendo el de la Invasión británica y Beatles. Si bien hubo actos en vivo que lograron colarse por aquella cortina, como los californianos Doors en 1969, el muro no habría de derrumbarse del todo sino hasta 1981.[2]

En 1965, la banda The Beatles estaban programados para tocar en México, en agosto de ese año, sólo faltaba confirmar si sería en el Auditorio Nacional o en el estadio de la Ciudad de los Deportes; sin embargo, el regente Ernesto Uruchurtu declaró que eran un mal ejemplo para la juventud y el evento no se llevó a cabo.

México vivía en una “dictadura” sin darse cuenta; imposiciones como la prohibición del rock en la Ciudad de México no corresponden a un régimen en el que impere la democracia. No se permitían conciertos de bandas de rock en el área metropolitana y se realizaban detenciones policíacas arbitrarias conocidas como “razzias”, en las que se detenían a grupos de jóvenes por el simple hecho de estar reunidos en una esquina, se les propinaba una paliza legendaria y, si tenían el cabello largo, los rapaban.

A pesar de la restricción que había en CDMX, el rock llegaba desde el norte del país con la ola de artistas chicanos que mezclaban rock ácido y psicodelia, por lo que sólo era cuestión de tiempo para que la bomba estallara.[3]

En 1969, durante la gira de presentación del disco Soft Parade, cuando Jim Morrison, Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore, los cuatro integrantes originales de The Doors, visitaron la Ciudad de México. Se había planteado que tocaran en la Plaza de Toros de Cuatro Caminos, pero ese concierto no se celebró, debido a la prohibición impuesta por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Aún así, The Doors con Jim Morrison tocaron en un pequeño club privado que se llamaba “The Forum” y, a pesar de la invitación presidencial a abandonar cuanto antes el suelo mexicano, los cuatro músicos se quedaron una semana visitando Chapultepec, Teotihuacan, los mercados y otros puntos de interés. El propio hijo del presidente les acompañó en varios recorridos; seguramente porque era un fan del rock y, tal vez, para evitar que su padre cumpliera las amenazas de expulsión.[4]

En la década de los setenta, la generación de la onda hacía demasiados esfuerzos para subsistir en medio de la represión y negación de la que fue objeto el rock por parte del sistema político. El concierto masivo fue realizado en territorio neutro, lejos de la prohibición, por lo que bandas con música contestaría y de protesta como Peace and Love y Three souls in my mind hicieron acto de presencia. La condena de los medios ante este evento unida al clima que vivía el país después de los acontecimientos de octubre de 1968, marcó el comienzo de una era de marginación para el rock. [5]

Festival de Rock y Ruedas en Avándaro

El concierto de Avándaro

Originalmente se tenía la idea de que fuera una carrera de carros con bandas y patrocinios, de ahí que se llamara Festival Rock y Ruedas, se pensó en que hubiera una banda para que amenizara el ambiente, aunque finalmente fueron 13, en un evento que se llevó a cabo los días 11 y 12 de septiembre de 1971 cerca del Club de Golf Avándaro y su lago, en Valle de Bravo, Estado de México.

Fue un histórico concierto de rock mexicano, reconocido como quizá el mayor concierto de Rock en la historia de la cultura mexicana. El festival se comparó con el Festival Woodstock de los EUA por su música psicoldélica, arte contracultural, uso abierto de drogas y ejercicio del amor libre.

Calificado como un evento sin precedentes en la historia de México, 12 actos fueron contratados por la agencia ArTe, propiedad de los promotores musicales Armando Molina Solís y Waldo Tena, pero debido a la enorme cantidad de asistentes un total de 18 actos se presentaron en el escenario al aire libre durante el lluvioso fin de semana por espacio de 2 días con una audiencia de entre 100,000 y 500,000 asistentes.

Avándaro concluyó sin altercados ni mayores problemas que no fuera la lluvia que colapsó del sistema de sonido; sin embargo, para el gobierno, la euforia que los jóvenes experimentaron ese fin de semana en el que coreaban canciones de protesta como “We got the power”, representó un inminente peligro para las convenciones sociales.

Ante el temor de que el concierto podía ser una incitación masiva contra el gobierno, éste último realizó una campaña mediática que desembocó en la censura que retrasó, en cuando menos, una década el desarrollo del rock mexicano como expresión cultural. Escasearon los foros para tocar y varios de los músicos cambiaron de profesión o se integraron a los géneros más aceptados por la industria cultural de la época.[5]

Finales del siglo XX

Luego de Avandaro siguieron los conflictos entre las bandas que protagonizaban los eventos y los fans o la negación por parte del Gobierno Méxicano. A finales del siglo XX hubo una nueva ola de conciertos:

En octubre de 1981, el grupo británico Queen y su enigmático vocalista Freddie Mercury se convirtieron en uno de los primeros grandes grupos internacionales en pisar tierra azteca, donde hasta entonces los conciertos masivos no eran algo común. Durante su gira, parte de "The Game Tour", la agrupación se presentaría en las ciudades de Monterrey y Puebla. Su concierto en Monterrey, el 9 de octubre de 1981 fue el primero de gran magnitud que se ofreció en el país. Sin embargo una serie de incidentes empañaron la visita.

Queen en México

Por su inexperiencia en este tipo de eventos, los organizadores citaron a los asistentes con horas de anticipación, quienes en su desesperación intentaron entrar a la fuerza, hasta que finalmente se abrieron las puertas del Estadio Universitario. Al final del concierto se daño una de las rampas del estadio, lo que ocasionó algunos heridos.

Al concierto en Monterrey siguieron las presentaciones en el Estadio de Béisbol Ignacio Zaragoza de la ciudad de Puebla, a dos horas de Ciudad de México, los días 17 y 18 de octubre. Sin embargo por diferentes razones además de la organización este evento también presentó inconvenientes. [6]

Después de Queen vinieron The Police, Soda Stereo y el auge de la propia movida mexicana, encabezada por bandas como Caifanes. Transcurrió una década más llena de dificultades para que por fin la producción de conciertos se convirtiera en un negocio rentable, aunque de lento andar.

El 9 de abril de 1989 se presentó Rod Stewart por primera vez en México, con un concierto en la ciudad de Querétaro como una nueva iniciativa de apertura para los conciertos de rock en la capital; no obstante, ese mismo año también se hizo el primer intento por traer a la legendaria banda Black Sabbath, el cual se llevaría a cabo en el estadio Nou Camp de la ciudad de León, pero el gobierno del estado se opuso a la realización del concierto bajo el argumento de que “la banda tiene una fuerte relación con el satanismo”

En 1993 Michael Jackson visitó México con motivo de su gira, el cantante tenía cinco fechas programadas en el Estadio Azteca, que estuvieron distribuidas entre el 29 de octubre y el 11 de noviembre de ese año. Todo esto gracias al Dangerous World Tour, su segunda gira mundial y con la cual, junto con artistas como Madonna, Bon Jovi y Paul McCarney, también se inauguraron los conciertos internacionales en la capital. Este evento, también masivo, era sin dudas parte del cambio de régimen frente a los espectáculos en vivo en México.

Fue hasta 1995, específicamente el 19 de febrero, cuando en un concierto masivo con entrada libre en la explanada de la delegación Venustiano Carranza los ánimos de algunos de los asistentes provocaron disturbios y saldo negativo como chicas desmayadas, zonas acordonadas, comercios asaltados y hasta una patrulla quemándose en la avenida Troncoso. El gobierno prohibió nuevamente los conciertos masivos al aire libre.

Fue hasta que por medio de la organización de empresas como Ocesa nuevamente se permitieron eventos como el Festival Vive Latino que tuvo su primera edición en 1998 y posteriormente, con mayores medidas de seguridad, se dio la apertura de otros espacios al aire libre para los rockeros como fue el concierto gratuito que ofreció Café Tacvba en el 2005.

Referencias[editar | editar código]

  1. Tomado de: http://www.wikimexico.com/articulo/el-primer-concierto-masivo#:~:text=La%20guerra%20de%20Reforma%20(1858,en%20la%20ciudad%20de%20M%C3%A9xico. Fecha de consulta 02/05/2020
  2. Tomado de: https://www.academia.edu/6194063/Entrega_ESPECIAL_Los_conciertos_masivos_consumo_popular_de_lujo Fecha de consulta 02/06/2020
  3. Tomado de: https://www.reporteindigo.com/piensa/de-rock-y-dictaduras/
  4. Tomado de: https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/jim-morrison-y-doors-en-mexico#:~:text=Fue%20en%201969%2C%20durante%20la,visitaron%20la%20Ciudad%20de%20M%C3%A9xico.Fecha de consulta 02/06/2020
  5. 5,0 5,1 Tomado de: https://www.cronica.com.mx/notas/2014/820175.html Fecha de consulta 02/06/2020
  6. Tomado de: https://www.infobae.com/america/mexico/2018/09/05/el-dia-que-freddie-mercury-ofendio-a-mexico-y-decidio-no-volver-al-pais/ Fecha de consulta 02/06/2020