Museo de la Ciudad de México

Datos

Época

Museo de la Ciudad de México

Sección

Museos

Alcaldía

Cuauhtémoc

Colonia

Centro - Centro Histórico

Dirección

José María Pino Suárez 30 Centro Histórico CP 06060, Cuauhtémoc, Ciudad de México

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Coordenadas

19° 25' 45.77" N, 99° 7' 55.49" W

El Museo de la Ciudad de México esta ubicado en la Colonia Centro - Centro Histórico en la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México. El museo ofrece servicios como: exhibiciones temporales que muestran la obra de artistas plásticos que expresan, a través de sus colores y técnicas, las múltiples formas de mirar y sentir la Ciudad de México; el Museo de sitio y estudio Clausell, donde se pueden visitar permanentemente recreaciones de algunas habitaciones de los condes de Calimaya como la capilla, la sacristía y la sala de música y el estudio de Joaquín Clausell; y la biblioteca Jaime Torres Bodet.

Historia

Cabeza de serpiente en la esquina del edificio

Fecha de fundación: 31 de octubre de 1964.

El Museo de la Ciudad de México es un recinto cultural que se ubica en la avenida Pino Suárez, una de las calles más concurridas y emblemáticas del Centro Histórico. Se trata de un inmueble que por su belleza e historia es conocido como palacio. Y es que la historia de esta edificación se remonta a 1527, año en que arribó a la Nueva España el licenciado Juan Gutiérrez Altamirano desde Cuba para asumir el puesto de corregidor de Texcoco.

Años más tarde, el hijo de Juan Gutiérrez Altamirano, llamado Fernando, contrajo matrimonio con una de las nietas del virrey Luis de Velasco. Por este motivo, en 1616, Fernando Altamirano y Velasco recibió el título de conde de Santiago de Calimaya por Felipe III de España.

Para finales del siglo XIX, el comercio comenzó a apropiarse de estas cuadras del centro. Y esta zona citadina dejó atrás su aire aristócrata para convertirse en una popular. Por este motivo, los herederos de la casa optaron por rentar los cuartos del palacio para transformarlo en una especie de vecindad.

En 1960 fue inaugurado como museo. En sus instalaciones se llevan a cabo talleres, ciclos de cine, conferencias, presentaciones de libros, conciertos, diversas actividades artísticas, visitas guiadas y programas educativos.

A partir de 2002, el Museo de la Ciudad de México emprendió un cambio sustancial en sus espacios: el arreglo de la fachada, la reapertura de la biblioteca Jaime Torres Bodet, la inauguración de la librería del Pórtico y la restauración del estudio de Joaquín Clausell.

Arquitectura

Se localiza en el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya. Es uno de los ejemplos más notables de la arquitectura barroca del siglo XVIII, obra del arquitecto Francisco Guerrero y Torres.

La arquitectura de este palacio es virreinal, cuenta con detalles que hacen pensar que la casa tuvo remodelaciones a lo largo de los años. El primero es una cabeza de serpiente que se asoma en una de las esquinas del inmueble. Se cree que durante la construcción del palacio, se encontró este vestigio prehispánico y se optó por dejarlo como adorno alusivo.

También cuenta con una capilla y dos patios, aspectos comunes en las llamadas casas señoriales. Algo que destaca del edificio es la fuente en forma de concha y los escudos de armas que enmarcan las arquerías del patio principal. De igual forma, la edificación está adornada con gárgolas.

En el siglo XX, en 1931, el Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya fue declarado como Patrimonio Nacional. Y tres décadas más tarde, lo que solía ser de la Ciudad de México decretó que el inmueble alojaría el Museo de la Ciudad de México. Para cumplir este cometido, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez llevó a cabo una remodelación, para que las antiguas habitaciones se volvieran salas de exposición.

Salas

La exposición permanente del museo se llama Todo cabe en una cuenca, y narra el desarrollo de la Ciudad de México.

Murales

El retrato de la burguesía

Este mural esta incluido en la categoría de los 49 Murales más destacados de la Ciudad de México visitables. En el lado derecho se encuentra una serie de figuras con partes cortadas que dan la sensación de representar personas muertas que bien lucen como soldados en servicio militar. En la parte alta se encuentra una persona de mayor tamaño con gesto de lucha, y arriba de el otro hombre con una bandera ondeada. Al centro de esta pieza firmada por David Alfaro Siqueiros se encuentra una gran máquina que produce monedas hacia los lados. Al frente hay hombres con trajes que hacen referencia a los líderes de ejércitos, hombres de negocios, y presidentes de países; todas las personas llevan máscaras de gas en sus caras y están de pie en el dinero.

En la parte de abajo sobresalen unos tentáculos revueltos entre cabezas de muertos, que además de la vestir ropa militar, están rodeados de emblemas cubiertos de sangre.

En la izquierda del mural muestra un edificio dedicado a “libertè, ègalitè, fraternitè”, o en español: “libertad, igualdad, y fraternidad”; mismos que son los ideales más importantes en la revolución de Francia en el fin del siglo XVI. Lucha que empezó con el nacimiento de los derechos para ciudadanos normales y una democracia moderna. Sin embargo el edificio está en llamas; porque los ideales de esta nueva democracia están destruidos.  

El mural muestra el peligro que existe cuando la burguesía o cualquier grupo -primordialmente de élite-, tiene todo el poder en una sociedad. La burguesía que está representada por los líderes en el centro, están rodeados por dinero y tiene control de la economía del país. Ambos factores conectados pues la burguesía fundamentalmente tiene toda la autoridad en esta sociedad. Aquí, las personas normales o el proletariado, solamente siguen los mandatos de personas con poder y no pueden cambiar sus destinos, situación que provoca dolor y que se puede ver en los ojos y expresiones del hombre en la derecha del mural.

Este mural lo realizó por completo en la escalera de la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas de la Ciudad de México. Comenzó en 1939 y lo concluyó un año más tarde en 1940. Este trabajo es una de las obras más representativas de su trabajo y del siglo XX, Siqueiros aplicó todo el bagaje que había adquirido de su aprendizaje de los años treinta, época en que se mantuvo más concentrado en el arte. Retrato de la Burguesía expresa todo el deseo del artista por llevar a cabo su teoría: la de la voluntad, con el fin de crear una obra experimental donde la innovación encontrara un lugar especial y preponderante; así como la glorificación del comunismo, el odio hacia los ricos y múltiples representaciones de la violencia.

Siqueiros trata de advertir las personas por mostrar un futuro sin democracia y los opiniones del proletariado. Mundo parecido a un tipo de dictadura o fascismo que alimenta sin intención. El mensaje fundamental es que nosotros necesitamos entender nuestros papeles en el gobierno y guardar la democracia y la libertad para mantener un mundo justo.

Información Estadística y Curiosidades

Un elemento en la parte baja, en la esquina exterior de la construcción se muestra el rico pasado de la urbe y de los secretos que esta esconde literalmente en cada esquina, se trata pues de la cabeza de una serpiente de piedra que pertenció al Templo Mayor de los mexicas. Completan el diseño de la fachada el estilo típico de la ciudad durante el Virreinato (conformado por macizos de tezontle con ornamentación en cantera de chiluca y vanos con cerramiento de la misma cantera en forma de h) así como una exquisita puerta tallada de madera con elaborados motivos, probablemente una de las puertas más bellas del centro de la ciudad.